A veces, los comportamientos que más nos llaman la atención son precisamente los que más necesitan comprensión. Muchos niños dentro del espectro autista se muerden la ropa o se llevan telas a la boca cuando están ansiosos o sobreestimulados. Mi hijo lo hacía, y con el tiempo aprendimos a cambiar esa conducta ofreciendo alternativas seguras y con paciencia.
No es una “manía” ni una falta de educación, es una forma de autoregulación o de comunicación cuando no encuentran otra forma de expresar lo que sienten.
🔎 ¿Por Qué Lo Hacen?
Estas son las razones más comunes:
- Autorregulación sensorial: el contacto con la tela o la presión en la boca les calma.
- Reducción de ansiedad: en situaciones nuevas o estresantes lo hacen para calmarse.
- Falta de herramientas de comunicación: cuando no pueden decir “estoy nervioso” lo muestran con el cuerpo.
- Hábitos reforzados: si en algún momento la conducta calmó la tensión, tiende a repetirse.
✅ Estrategias Que Nos Funcionaron (Paso A Paso)
En lugar de regañar, probamos un enfoque respetuoso, observador y práctico. Esto es lo que hicimos:
- Observar antes de reaccionar — identificar cuándo y dónde ocurre (momento del día, estímulos presentes, personas alrededor).
- Ofrecer alternativas sensoriales seguras — mordedores de silicona, collares masticables (chewies), pelotas sensoriales o telas específicas diseñadas para este fin.
- Desensibilizar de forma gradual — facilitar el contacto con objetos seguros y enseñar poco a poco a sustituir la ropa por el objeto sensorial.
- Usar apoyos visuales — pictogramas o tarjetas que indiquen “calma” o “quiero morder”, para que el niño pueda comunicar su necesidad.
- Reforzamiento positivo inmediato — celebrar y premiar (pegatinas, tiempo con su juguete favorito) cuando usa la alternativa en lugar de la ropa.
- Frases cortas y coherentes — decir con calma: “Eso es para morder” o “Vamos a usar tu mordedor” para guiar sin imponer.
- Trabajar con profesionales — terapeuta ocupacional o BCBA pueden diseñar un plan sensorial personalizado si la conducta es muy frecuente o peligrosa.
🧩 Recursos Prácticos Y Ejemplos
- Si el niño busca presión en la boca, un mordedor de silicona puede ser ideal.
- Para conductas más motoras, ofrecer actividades de propiocepción (empujar, arrastrar, cargar peso) ayuda a regular.
- Las historias sociales y las rutinas visuales facilitan que el niño anticipe y solicite la alternativa.
🌟 Resultado Y Mensaje De Esperanza
Con paciencia, coherencia y refuerzos positivos, la conducta de mi hijo cambió, pasó de morderse la ropa con frecuencia a hacerlo muy rara vez. Cada pequeño paso fue un motivo de orgullo para toda la familia.
Recuerda: detrás de cada conducta hay una necesidad. Comprenderla y ofrecer alternativas seguras transforma la conducta y fortalece el vínculo con tu hijo.
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